jueves, 17 de marzo de 2011

GRAN TESTIMONIO DE LA CONEXION

MI CONEXIÓN



VIAJE ÚNICO

La suerte más grande que tengo es encontrarme a mi mismo porque solo eso podrá dar
sentido a mi propia vida.

9 de Marzo de 2011. 9 de la mañana.

Era casi primavera. Llovía mansamente. Dory “La Druida Maestra “, ( en
sentido figurativo), me recibía sonriente, como siempre, en la consulta de Ciudad
Real.(Nos conocemos, va ha hacer ya más de veinte años).
La caldera de su casa se había roto pero no impidió celebrar la conexión
sanergética que habíamos previsto. Pago sus servicios.
Me explica muy deprisa, como ella acostumbra, en qué consiste su trabajo y lo
que íbamos ha hacer. Yo debía estar muy atento, como si de unas clases en la facultad
universitaria se trataran, interesándome a tope si quería aprender. (Con Dory es fácil
asimilar, siempre cuando habla va al grano).
Tras unos consejos y algo de buenos ánimos, con palabras sencillas me preparó
la camilla de su consulta rodeada de recuerdos.
Con los ojos cerrados y el alma despierta mi corazón latía deprisa. Era el
momento más importante de mi vida aquel que nos pone delante de nosotros mismos
para ver quienes somos y que hemos venido a hacer a este mundo. Había que atravesar
una puerta para mi desconocida.
Los primeros minutos de tensión fueron desapareciendo y dando paso a un
estado de bienestar, parecido a cuando has cumplido con todas tus obligaciones y con
sumo placer te toca descansar.
Empecé a disfrutar del momento, todo era calma, un silencio se apoderó del
lugar, notaba a veces algunos movimientos de Dory cuando imponía sus manos sobre
mí, que no me tocaba pero sí percibía sus vibraciones térmicas.
Consciente plenamente de donde me encontraba me llegó una paz que inundó mi
espíritu.
Comenzaron a llegar a mi mente imágenes muy nítidas, parecían reales.
La primera fué la cara de mi madre, tan guapa, tan joven, tan simpática. Me
acarició con su mano la cabeza, mientras me decía que no preocupara por nada , que

todo me iría muy bien en mi vida y se despidió de mi con un beso muy dulce. Sentí
que me quería mucho. Ese calor de madre único. ¡Que bien me lo pasé!.Hace 40 años
que murió mi madre siendo yo un niño.
La siguiente sensación fue la contemplación de unas montañas llenas de bosques
verdes. Estaba delante de un paisaje majestuoso. La bruma no dejaba ver las cumbres.
No hacía ni frío ni calor… era una mañana templada de las que enamoran.
En un pequeño remolino que viene hacia mí veo a Dory convertirse en suave
brisa cargada de aromas del campo .Huele a jara, tomillo, romero…y monte. Respiro
aire puro de las montañas salvajes y libres como el viento. Quería quedarme en aquel
sitio que no conocía y no había visto nunca. Era mi hogar, a donde pertenecía desde
siempre lleno de felicidad y armonía.
Aparecen también mis seres más queridos y cercanos, mi familia, mujer e hijos,
que me acompañan y con los que reía.
A media sesión más o menos tengo un chasquido por encima de mis cejas
sobre todo en la izquierda. Algo complicado de explicar, pero lo voy a intentar. Sin
percibir dolor noto una sensación como si se me hubiese “desfruncido el ceño”, pues
cuando me concentro en buscar soluciones arrugo mucho la frente y el entrecejo, es
como si se abrieran los huesos de mi frente y en cierto modo se colocarán en su
posición correcta. Me pareció un desbloqueo muy agradable que me dejase descansando
por fin de las preocupaciones existentes. Las cosas parecían pasar de muy importantes a
importantes solamente.
Llegó el momento culmen, el más deseado , el más querido, el que yo
esperaba y estaba seguro de que me ocurriría.
Veo la figura de Jesucristo, limpia, serena, joven. Nunca había visto nada igual.
Me habla con voz cálida que apenas entiendo pero que no me hace falta entender,
inevitablemente me siento atraido como un imán por su fuerza, lo escucho con mucho
amor, un amor incomparable, VERDADERO. Me siento como un guerrero valiente
dispuesto a ir a luchar con su General. Me enseña cosas. Me muestra un tesoro y
desvela una misión aún por conocer Me ilumina en su espacio abierto, infinito, me
consuela y me dice que no tenga ningún miedo, que todos sus ángeles me protegerán.
Noto una sacudida en lo más profundo de mi ser, como si acabará de nacer. Su cara se
convierte dividiéndose en otras iguales y multiplicándose a la vez como gotas de agua
incontables Su imagen se desvanece poco a poco y yo con ella, ahora sé que se ha
cerrado un círculo sagrado en mi que nadie podrá tocar. Solo EL, es como una unión
eterna, un vinculo indestructible .Le pertenezco.
Pasados estos momentos inolvidables me veo envuelto en un haz de luz blanca,
del mismo color que esas nubes tan blanquitas que a veces se forman en el cielo, esta
luz pura se dispara de golpe a la velocidad del sonido y va hacia arriba. Es un viaje
vertiginoso, imparable, pero me siento seguro y dispuesto, como si supiera pilotar un
caza de combate y me pierdo por el cielo volando.
Dory me coge de la mano y me llama por mi nombre dos o tres veces .Es un
volver calmado y como si estuviese aterrizando piso tierra y salgo de mi avión. Tengo
los oídos atronados pero estoy bien .Dory me tranquiliza porque no puedo hablar.
Quiero llorar pero no puedo. Las pocas lágrimas que derramo me queman la cara como
si fuesen de ácido. Dory me trae un vaso de agua, bebo unos tragitos y recupero mi
compostura de nuevo, como suele decirse.
Me siento muy bien, todos mis dolores se han ido, todos mis temores se han
marchado. Me siento diferente, algo ha cambiado. Las vivencias y los recuerdos vividos
solo han sido de cosas buenas, no ha habido nada traumático ni reprochable. Veo con
otra mirada mi entorno, mis sentidos se han agudizado. Tengo sueño. Los pies están

fríos, las piernas ya no están cansadas, las manos ardiendo, las muñecas a ratos también
me queman.
Dory me da un abrazo emocionada, y guarda su secreto de “Druida Maestra”. A
su manera me bendice en silencio con su mirada y me despide hasta mañana para
continuar su trabajo.
Otra vez vuelve la sonrisa a su cara, llaman a la puerta para arreglar la caldera
que se había roto, la lluvia casi primaveral no cesa, y yo vuelvo a mi hogar donde siento
que todo a mi alrededor es mejor. El gran tesoro que tengo…..y que muy pronto voy a
terminar de descubrir.

A.G.S. uno más en el Universo.

REGRESO ETERNO

Me fui para saber quién era y regresé nuevo.

SEGUNDO ENCUENTRO. 10 de Marzo de 2011. 9 de la mañana.

Vestido con mi mejor traje, fui con ilusión a celebrar mi segunda prueba
definitiva, con Dory la “Druida Maestra”( simbólicamente hablando).Esta vez iba
acompañado por mi mujer que vino con el permiso de Dory ( También la conoce por mí
hace más de veinte años).
La caldera de Dory ya estaba arreglada y ella contenta. Creo.
El día era gris y frío. Las nubes cargadas de agua pasaban por encima de
nuestras cabezas sin mojarnos. Iban de viaje a otros lugares para dar vida.
Abrimos la consulta, hablamos, o hablaron ellas de temas familiares, cotidianos.
De aquellos por los que estamos tan preocupados naturalmente, como si tuviésemos
que explicar continuamente, como andamos, nos caemos y nos levantamos. Yo las
escuchaba admirado, pues no me dejaban intervenir y decidí concentrarme en lo mío,
para intentar averiguar el objetivo que andaba buscando, cual era mi propósito deseado,
no vaya a ser que al otro lado me lo preguntaran y no supiera responder.

Dory preparó la camilla de su consulta. Para mí ya era un avión a reacción, una
máquina de precisión que había pilotado el día anterior y me dejó encantado. Sabía de
antemano que hoy me lo iba a pasar aún mejor. Notaba mi corazón latir tranquilo y con
precisión. Tumbado, cerré mis ojos a lo desconocido para ir de nuevo a mi encuentro
definitivo, pero ya sin temor. Comienzo mi recorrido con imágenes superagradables.
Detecto mucha claridad de luz, es muy diferente a la que entra por la ventana o de la
bombilla del consultorio. Me gusta más. Dory empieza sus movimientos de manos
y oigo unos tintineos por la cabeza, parecidos a las campanillas de los monaguillos
cuando avisan. Sigo concentrado..
Aparezco vestido de campo con una gran vara al lado de mi perro campero, que
me ayuda. Era un día de sol precioso, apacible. Espero de pie junto a un camino, a un
grupo de gente que viene conmigo. Les estoy enseñando el lugar. Vamos de ruta por
los senderos. Están todos muy contentos y animados. Se lo pasan fenomenal. Me dan
las gracias y me quieren. Oigo una voz muy potente que no se de donde viene
diciéndome: “Este será tu destino”.Lo he sentido y comprendido. Guiar, acompañar a
la gente por los caminos. Ser guía de senderismo. Me alegra mucho la noticia porque ya
lo soy en mi tiempo libre y me entusiasma e inquieta porque mi medio de vida es otro.
Noto que acepto decidido esta premonición con toda mi alma .Dedicación plena.
Acuden amigos de todas las religiones y creencias, de todas las edades, y de
todos los pueblos del mundo, que están de acuerdo conmigo. No sé en qué, pero me
felicitan por lo que hago. Andar, conversar, no hago nada especial, solo comparto el
camino, respiro aire puro, disfruto de la naturaleza. Estoy feliz con lo que hago.
Recorro paisajes y ciudades de otros países. Se ven distintivos que los
identifican. Pasan las imágenes muy rápidas, casi no me da tiempo a clasificarlas.
La experiencia ha llenado mi vida, me siento recompensado, realizado, aunque
ni siquiera todavía la haya vivido.
En la siguiente escena me encuentro en una playa .Hay arena amarilla fina y
limpia. Es una mañana luminosa y soleada, el cielo es de color azul turquesa, el agua
del mar es esmeralda. Es el lugar donde estoy viviendo, no sé dónde es, pero me gusta.
Creo que soy rico y estoy gastándolo con gente muy buena a la que yo aprecio mucho.
Es fantástico.
Me paso de repente a unas vistas espléndidas de sol y nieve. Es Granada, Sierra
Nevada. Las conozco. En una panorámica a cierta altura contemplo en un solo golpe de
vista todas las montañas del parque natural de la sierra, con sus cumbres y sus bosques,
tan misteriosos. Me inunda nuevamente un sentimiento de afecto profundo como de
haber pertenecido siempre a aquellos parajes, que encierran tanta belleza junta y que
necesito recorrer sin más demora.
Ahora veo una trasformación. Me convierto en un águila de gran tamaño que
vuela cruzando un valle a gran altura. Es un campo de claros y encinas, lanzo mis
ruidos de águila al aire, marcando mi territorio. Durante la travesía observo el batir de
mis alas abiertas, siento como planean magistralmente. Bajo en picado, asciendo, giro
sin esfuerzo y recupero mi posición. Hace un día magnifico para volar. Mi silueta se
aleja hasta perderse. Todo vuelve a la calma y al silencio de nuevo por este valle
dorado.
El corazón me empieza a latir aceleradamente estoy viendo a Jesucristo, JESUS,
de nuevo. Me muestra el mismo tesoro que ayer. Es una cajita dorada que sostiene entre
sus manos, al abrirla rebela su secreto. Otra vez con su tono de voz tan cálido me habla.
“Esta es la nueva luz para el mundo”. Sale del interior de la caja una luz en
abanico. Es un color dorado inigualable, parecido al de la aurora boreal.. Sigue
hablando JESUS. Mira lo que puede hacer. El color dorado pasa a ser verde, violeta,

rosa, amarillo…y así sucesivamente son colores muy intensos y de gran pureza que
parecen poseer una gran energía. Vuelve a cerrarla.
De nuevo miro sus ojos tan penetrantes, tan sinceros, tan auténticos, estoy como
extasiado, no tengo palabras para expresarlo, creo que sobran, lo estropearían todo.
Algunos ruidos externos a donde estoy me distraen, pero vuelvo a mi conexión
inmediatamente, como si de mi película favorita se tratase para no perderme nada..
JESUS desaparece. Estaba también con EL que me hubiese quedado allí para siempre.
Vuelvo a la dura realidad, enseguida me veo en una especie de tubo, como un
pequeño túnel, casi oscuro, había pequeñas luces en la parte superior, iluminándolo, lo
recorría solo a una velocidad imparable, tremenda. Subía, bajaba, rotaba. Perdiendo
velocidad salí despedido al vacío en medio de una gran cantidad de galaxias. El cielo
nocturno estaba sembrado de estrellas .Era un universo infinito repleto de lucetitas que
brillaban todas por igual. Yo era también una de ellas. Oía una voz a mi lado que me
decía: Aquí esta tu lugar y desaparezco Se estaba, como suele decirse en la gloria.
No me asaltaba ninguna duda, me encontraba como si estuviera abonado a un
espectáculo y tuviera mi butaca reservada para ir cuando quisiera.
Esta vez me encuentro en la siguiente escena. Estoy rodeado de comida y
manjares. Están a mi alrededor gente entrañable. Sentados en una gran mesa, no
celebramos nada, ni tampoco tenemos hambre. Hay un gran banquete y yo soy el
anfitrión, me asalta una sensación como de haber vivido ya toda una vida entera, lleno
de experiencia y sabiduría.. Me veo haciendo comidas dulces y pasteles, buenísimos,
los miran, me dan la enhorabuena, pero nadie come. Parece que estamos todos muy
satisfechos aunque no hayamos probado nada. Hablamos, nos reímos, y lo pasamos
muy bien. A pesar de no conocer a los acompañantes.
Cruzan por delante de mi también unas imágenes, me veo cuidando un jardín de
flores precioso.
Dory en este momento me coge con mucha, delicadeza mi mano despertándome,
las tiene muy frías como siempre.
Me llama en voz baja, por mi nombre, como para no sobresaltarme.
¡Despierta!. ¡Estás bien!. Esta vez también llama a mi mujer que nos veía desde
cierta distancia para que no hubiese interferencias de energías siguiendo las
instrucciones de Dory. Mi mujer me coge de la otra mano. Me encuentro muy bien,
noto todas las partes de mi cuerpo. Siento hasta el último cabello de mi pelo. Soy como
de goma. He sentido varios pinchazos en las piernas y muñecas. Estoy como si hubiese
salido de una convalecencia curado y recuperado y necesitase salir corriendo otra vez
para vivir la vida. La sensación se asemeja a cuando voy al peluquero te deja muy
guapo y te gustas y hasta piensas .Ahora ya podré hasta ligar y enamorar a los demás
por que soy bien parecido.
No puedo decir lo mismo con mi cuerpo. Dory y mi mujer se empeñan en
levantarme pero es casi imposible. Insisten en que me levante y les digo a las dos que
no. Que estoy muy bien así y que me dejen otro rato. Igual que los niños cuando están
perreando y no quieren levantarse de la cama. Ellas me contestan que de eso nada. Ya
sabemos las mujeres como son , como se empeñen con algo prepárate.
Bueno, por fín acometemos el levantamiento que cuesta lo suyo porque no es
fácil subir de una camilla 500 kg. Que es lo que yo me imagino que peso en este
momento concreto,
Primera misión cumplida. Sentado y feliz las lágrimas de ayer se han tornado en
risas y alegría. Hacía tiempo que no me reía así de esta manera. Tan especial. Solo lo
recuerdo cuando era muy niño.
Estoy cansado, tengo sueño, como si hubiera estado conduciendo toda la noche,

pero contento. He creido y he creado como dijo Alessandro di Masi , y muchos otros
antes que él.
Reflexiono sobre lo ocurrido y soy consciente de lo que acabo de hacer.. He
pedido y me lo han dado. Es fácil. Ojalá sea tan fácil para los demás poder pedirlo
también.
Dory “La Druida Maestra” (virtualmente, cariñosamente), me vuelve a bendecir
a su manera, sin necesidad de palabras, como ella sabe hacerlo, y se despide de
nosotros. Otra vez vuelve su contagiosa sonrisa,, bromea, charla sin adoctrinamientos,
nos volvemos a dar la despedida, no hasta siempre espero.
Me veo con Dory en otra onda diferente mucho más cercana. La siento como
una madre, bueno diré como una hermana mayor para no ponerle años, que lleva a su
niño de la mano que soy yo, para que no se pierda. El niño confía plenamente en ella .
Ella espera que él se porte como debe y aprenda pronto por su bien.
Ha sido un día inolvidable, uno de los mejores momentos de mi vida. He visto a
mi madre, he visto la naturaleza en todo su esplendor, y he visto a JESUS, todas las
cosas importantes y buenas que deseo en este mundo. Ahora me toca a mí elegir mi
color preferido, sea el que fuere bienvenido sea.

A.G.S. uno más en el Universo, pero con butaca.

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